domingo, 10 de noviembre de 2024

Jam Session Nº 3


DIABLOS AZULES - JAM SESSION Nº 3
21 de diciembre de 2010

POETA INVITADA
Luna Miguel


POETAS PARTICIPANTES POR ORDEN DE APARICIÓN: 1. Gsús Bonilla • 2. Valentina Trio • 3. José Luis Zúñiga • 4. Eva Monogatari • 5. Danilac • 6. Sagrario del Peral • 7. Batania • 8. Odile • 9. Mayte Barrera Benito • 10. Alberto • 11. Carlos Salem • 12. Arancha • 13. Laura Rosal • 14. Denís Candelaria • 15. Santiago Tena • 16. Montoya • 17. Paco Sepas • 18. Juana Vázquez • 19. José Baena • 20. Leire Olmeda • 21. Paco Gómez Escribano • 22. El Cable Azul • 23. Leo Zelada • 24. Ramiro • 25. Fernando Amado • 26. Juan Pinilla • 27. Rosie Inguanzo • 28. Alfredo Triff • 29. Dani Orviz • 30. Luna Miguel

DURACIÓN: Dos horas y cincuenta minutos (desde las 21:25 a las 0:15). Entre el recitado de Luna Miguel y el comienzo de la Jam Session hubo un descanso de diez minutos.

INCIDENCIAS: La mayor parte de los poetas recitó tres poemas y lo hizo de manera más rápida que en las dos primeras sesiones. Eva Monogatari, Mayte Barrera Benito, Laura Rosal, Ramiro, Rosie Inguanzo y Dani Orviz recitaron de memoria. La sesión la cerró la propia Luna Miguel.

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Martes azul de los Diablos poéticos. Nueva jam para druidas del verso. Pasaba un cuarto de las nueve cuando la poeta invitada, Luna Miguel, con ese olor suyo que apesta a futuro, subió al estrado con su cara blanca y redonda de veinte años. El local se había abarrotado de oídos y la cerveza comenzó a estirar los brazos en la botella: la noche empezaba.

Vivimos en Madrid, la ciudad donde suceden las cosas. A Luna Miguel la conocemos casi todos por su precocidad, su blog y sus columnas egodesafiantes en el diario Público, donde cultiva una frase corta y directa, sin subordinadas, y unos temas actuales y controvertidos que provocan respuestas igualmente punzantes y polémicas. De Luna hemos oído hablar mucho, a veces con admiración y a veces con envidia, esa joroba que incuba el talento, y representa las posibilidades de una juventud nueva y viajada, con idiomas, que frecuenta lecturas misceláneas y viene con muy pocas ganas de callarse nada.

La poeta madrileña nos ofreció un recital inusualmente corto en el que se mostró segura a pesar de sus nervios y confesional a pesar de su aparente timidez. Gustó mucho entre el público. Posee una voz bonita, una dicción buena y un gran sentido del ritmo, cualidades que se vieron acentuadas por el hecho de que no se equivocó o trabucó ni una sola vez, detalle de reseñar si consideramos que se hallaba ante un público y micrófono nuevos y que, según reconoció a pregunta del cronista, no posee nociones de interpretación. El momento más álgido lo alcanzó con el poema sobre el tatuaje de ancla en el cuello que había pactado con su madre, tatuaje que su madre no pudo permitirse debido a un tumor en la boca. De los poemas que leyó, los que más me gustaron por insólitos fueron los de Pensamientos estériles, libro que saldrá publicado el año que viene.

Curiosamente, no me gustaron tanto los poemas que recitó de Poetry is not dead (DVD Ediciones, 2010), que se impuso en el último premio Hermanos Argensola (6000 euros) entre más de doscientos candidatos. Este galardón vino acompañado por la polémica, que es a Luna Miguel como la lluvia a los caracoles, porque el jurado reconoció que el poemario era menos sólido que el de otros candidatos, pero que lo premiaban por considerarlo una apuesta de futuro. Yo me lo he vuelto a leer esta noche (me lo compré: sólo cuesta ocho euros) y sigue sin gustarme, pero como aún no he perdido mi olor a vaca y suelo ser bastante prejuicioso y refractario a lo modelno, prefiero que leáis la crítica cachonda y razonablemente positiva que de sus dos primeros libros (el primero fue Estar enfermo) le hizo el Lector mal-herido, un blogger anónimo que no suele incurrir en lo azucarero.

La jam llegará a todo el mundo
La sesión estuvo marcada por una noticia grande que nos dio Salem, según el cual las jam se van a retransmitir por internet para todo el mundo a partir de la semana que viene. Que se preparen en Singapur. La dirección todavía no se sabe pero la haré pública en cuanto la conozca. Por otra parte, se ha creado un descanso de diez minutos entre el final de la recitación del poeta invitado y el comienzo del abejerío para lograr un mejor disfrute / separación de este modelo bicorne de jam. Salem hizo unas cuantas frases de calado. Precisó que la diferencia fundamental entre las sesiones miercolesinas que dirigía en el Bukowski y las marcianas que dirige en los Diablos no son solo de formato sino de personas: recalcó que la mayoría de poetas que estrenaron el Bukowski eran mandriles que empezaban y los que vamos a Diablos, aunque procedamos en parte de allí, somos poetas ya creciditos y en marcha. Recordó también el propósito democrático de las sesiones:

–Estas jam no pretenden ser una expresión de la vanguardia o de lo mejor o más refinado, sino un festival de poesía en dos actos.

Bajo nivel
Las jam poéticas son por esencia irregulares, y la sesión del martes me pareció de un nivel inferior al de las dos primeras, aunque Dani Orviz y otros no estaban de acuerdo conmigo. Proliferaron los poemas planos y mazorrales, escuela de lo fácil y bajando, con los habituales errores que encuentro en la poesía de bar, algunos de los cuales yo mismo cometo, a saber:

a) Emocionalismo confesional de poca altura articulado sobre manidas metáforas petrarquistas o, aún peor, sobre expresiones infracoloquiales o periodísticas (“su amor brilló por su ausencia”, “se salió con la suya”, “nervios a flor de piel”, y en ese plan).

b) Ignorancia de que el poema pide un ritmo que multiplique su poder. Prescindencia del sonido o utilización de un sonido despótico, como de gato andando por un piano.

c) Desprecio del poema como artefacto. Total descuido a la hora de partir el verso.

d) Necesidad de epatar al personal, de escribir poemas que escandalicen. Búsqueda de la sorpresa y no de la poesía.

Dicho sea esto a grandes rasgos y reconociendo que como crítico soy peor que el Rey Midas, aquel al que Apolo acabó poniendo orejas de burro. También hay que decir que es tan difícil asistir a una jam que sea enteramente buena como a una que sea enteramente mala. El martes recitaron treinta poetas y también hubo mucho destellos, aciertos y actuaciones muy notables.

Santiago Tena, por ejemplo. Aconsejaba Cela que, al llegar a un lugar donde huele mucho a una cosa, la solución no es intentar oler más fuerte, sino oler distinto. De Tena me interesa mucho su visión personal y destalibanizadora de Dios; escuchándole uno se reconcilia con los creyentes. Me pasmó sobre todo una expresión suya, que más tarde le pedí ampliada, cuando solicitaba un amor que le hablara “con la boca de no hablar”:

[...] Eso es lo que yo quiero: un Dios del flujo, una mujer que escorpie, un agua roja y niña y amor que quiere sed y dame de vivir todo, tú, niño, un amor que me mire a mis ojos de Dios sin desafío y que no abra la boca para hablar, que me hable con la boca de no hablar y sí de estar mirándome muy fijo [...]

Gsús Bonilla recitó de nuevo “La flema” y se lo dedicó a José Ángel Barrueco, cuya madre ha fallecido, y a quien le envío un abrazo. Paco Sepas dedicó un poema a Mitra, el sol, recordando que estábamos en la fecha mágica del soslticio. Danilac va convirtiéndose poco a poco en un recitador-interpretador de mucha altura, con esa cara de pasmado y ese ligero tartamudeo que pone al público en vilo. Por cierto que ha escrito una gran crónica de la jam. También ha escrito otra José Baena, quien compareció por primera vez y fue de los más aplaudidos.

Me gustó mucho la frescura y atrevimiento ante el micrófono de El Cable Azul, que recitó un poema donde se proclamaba “omnisexual” y llegaba al bestialismo. Juan Pinilla recitó algún haiku, composición esta de la que Salem dijo:

–Vamos a ver, para los que son cortitos, por última vez: cuando digo que el máximo de poemas que se pueden leer son tres, me refiero a poemas de longitud normal. Si lo vuestro son los poemas de cuatro folios, sólo podéis leer uno, pero si son haikus, podéis leer seis u ocho.

La sesión se elevó con la aparición última de dos cubanos residentes en los Estados Unidos, Rosie Inguanzo y Alfredo Triff, que vinieron de la mano del también cubano Alberto Lauro. Triff recitó un ensayo irónico sobre el culo, que comenzaba con “La crítica tiene serios problemas con el culo”, lleno de referencias a la realidad cubana, y que terminó a dúo con Inguanzo. Orviz demostró de nuevo su talento con un poema juguetón que se le había ocurrido en un intercambio de correos con Rafael Sarmentero, con quien proyectaba escribir un Super Poemario Bros. El poema de Orviz se basaba en la repetición continua y estirada de palabras con el sonido pe, buscando e imitando el efecto sonoro que hace el intercambio de golpes con una pelota de ping-pong.

Sagrario del Peral sorprendió al no leer poemas eróticos. Laura Rosal venía de dar un recital en Vallecas, donde recitó con una venda negra en los ojos, según se puede leer en la crónica del grupo Poekas. La frase que más escuché durante toda la noche fue “Batania, no pongas esto que te estoy diciendo en tu crónica, que te conozco”. Por cierto que Salem cumplía años al día siguiente, tantos como 51, sobre lo que dijo:

–Cuando uno se hace más viejo, se vuelve más débil, pero más listo, y de ambas cosas se nutre la poesía.

La sesión la concluyó la propia Luna Miguel quince minutos después de la medianoche, con la lectura de “El poeta y el narrador (Escena de cama)”, cuyos versos finales decían: Sabéis acabar con La Poesía / en la primera embestida. Será la última sesión cuyo eco se limite a las paredes del bar. A partir del martes que viene, París, Tokio, Pretoria, Berlín, Buenos Aires, nuestros éxitos y ridículos se podrán seguir al detalle en todo el mundo.

Qué presión.

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VANESSA, poeta maricrónica